La reciente expulsióndel ex guerrillero italiano Cesare Battisti ha causado una gran conmoción tanto dentro como fuera de Bolivia. Battisti fue capturado el pasado 12 de enero por la noche en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia durante un operativo. Los policías bolivianos lo trasladaron a las oficinas de la Interpol Bolivia para entregarlo a los oficiales de la Policía Italiana y fue expulsado a Italia en menos de 24 horas. Battisti, de 64 años, es considerado un prófugo internacional por hace más de 30 años. Además, es acusado de terrorista por formar parte del movimiento italiano ultraizquierdista Proletarios Armados por el Comunismo y también se enfrenta a una cadena perpetua por el homicidio de cuatro personas y por la complicidad de otros asesinatos durante los años 70.

La decisión del presidente Evo Morales de mandar al terrorista italiano a su país después de negarle la solicitud de refugio a Bolivia mientras se encontraba en el país vecino Brasil, ha desencadenado aplausos y críticas de sus aliados y opositores. Morales ha recibido críticas de los gruops juveniles del partido del M.A.S. donde su dirigente Rolando Cuéllar, expresó que la expulsión del italiano «es como si hubieran agarrado al Ernesto ‘Che’ Guevara y lo entregaran a la derecha». Por otro lado, si bien Morales no ha recibido una mención directa por parte del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, elfelicitó a los involucrados en la detención por la captura deBattisti.

Esta decisión que Morales ha tomado ha sido analizada por sociólogos expertos en el contexto político de temas internacionales y han llegado al a conclusión que Morales ha querido mandar un mensaje claro y contundente a la Unión Europea. El gobierno de Morales se ha caracterizado por tener conflictos a nivel internacional y en especial con la Unión Europea. Así mismo, las relaciones bilaterales entre Bolivia y Brasil tampoco han pasado desapercibidas, y esta decisión también ha enviado un mensaje claro a Bolsonarocon la esperanza de alentar las alianzas y renegociaciones con intereses estratégicos por que Brasil es el principal mercado para el gas boliviano.